lunes, 21 de noviembre de 2016

Lecturas en contrapunto: la persistencia del mito del Don Juan

La semana del 25 de noviembre (día de especial visibilidad de la lucha contra la violencia hacia las mujeres) nos pilla en plena inmersión en el Romanticismo. Tras leer y comentar algunos fragmentos de Don Juan Tenorio en clase (un arquetipo, el del Don Juan, ya conocido por la mayoría del alumnado de 4º ESO gracias al trabajo realizado en 2º ESO en torno a tres libretos de ópera), hemos propuesto a nuestros estudiantes que rastreen la persistencia de estos tópicos en su propio entorno personal, en la publicidad, en la ficción audiovisual, en la novela juvenil contemporánea. Como punto de arranque les hemos ofrecido un pequeño abanico de textos diversos y algunos interrogantes.




"Resulta que cuando a 'Don Juan' se le eliminan de un plumazo los chascarrillos micro (y macro) machistas, lo que queda es un tipejo despreciable; un asesino en serie, un violador irredento, un desgraciado que piensa seguir matando hasta el momento mismo de su muerte. Un tipo sin madre ni entrañas que ha pasado por la historia de nuestra literatura universal con cierta pátina de héroe de un romanticismo mal entendido. Hasta que llegó Blanca Portillo. 

La actriz madrileña dirige en el Teatro Pavón (hasta el 15 de febrero), en coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Teatro Calderón de Valladolid, una versión de 'Don Juan', firmada por Juan Mayorga, en la que le ajusta las cuentas al burlador de Sevilla. Y es que 'burlar' (en dos de las siete acepciones del Diccionario de la Real Academia Española: "inducir a tener por cierto lo que no es" y "seducir con engaño a una mujer") es precisamente la especialidad del personaje de José Zorrilla (1817-1893). 

"En nuestro idioma existe una palabra para 'seducir con engaño a una mujer'", reflexiona sorprendida Blanca Portillo, que se metió en este proyecto de la mano del protagonista, José Luis García-Pérez, "porque compartíamos la idea de Don Juan". Y esa idea flota como aceite sobre agua en la conciencia general que acepta que "ser un don Juan parece algo divertido". "Yo no lo he entendido nunca y no lo quiero como modelo a imitar, porque es un destructor social; un ser carente totalmente de empatía". (El Mundo, 9 de enero de 2015). 



Hace unas semanas, saltaba un vídeo del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, que a punto estuvo -pero no- de costarle su carrera.



viernes, 18 de noviembre de 2016

Cartas búlgaras

Sofía pone voz a la historia de su compañera Desi, "una chica de 16 años que un día tuvo que dejar todo atrás para empezar una nueva vida".

Finalmente pude defenderme”

Bulgaria es mi país de nacimiento; nací en una ciudad de pequeño tamaño llamada Parfumai, cercana a Plovdiv. Pude pasar allí gran parte de mi infancia. Iba al colegio, mis padres trabajaban y teníamos cosechas que nos ayudaban a conseguir más dinero, porque por desgracia, aun siendo mis padres dos personas con estudios, su salario no era justo. Todo iba bien: yo, mis padres, mi país, pero lamentablemente llegó ese día, un día que marcaría la vida de mi familia por completo.
Nueve años tenía yo exactamente. Era un día normal como otro cualquiera, menos porque llovía muchísimo. Ninguno nos esperábamos cómo iba a acabar. En efecto, pasó lo peor. 

jueves, 17 de noviembre de 2016

Cartas colombianas

Yaiza nos hace llegar la experiencia de su madre, Gloria, nacida en Colombia y afincada en España desde hace algo más de veinte años. 


Yo pienso que el rico quiere tener cada día más: ese es uno de los mayores problemas.”

Mi nombre es Gloria y nací en Calí, Colombia, donde me crié y crecí. Abandoné mi tierra en el año 1992 y vine a España con el propósito de buscar una vida mejor, ya que el sueldo que ganaba ahí era poco y no me alcanzaba para pagarme la carrera. Considero que a textos así hay que ponerles todo el empeño posible, así que expondré mis ideas sobre España y Colombia.

Cuando vine a España existían los skinheads, que eran una tribu urbana a la que le tenía mucho miedo, ya que fomentaban el racismo. Una vez oí una noticia que decía que los skinheads habían asesinado a un “negro” por su color de piel. Desde ese momento, podía llegar a cambiarme de acera o salir corriendo si veía a alguien con la cabeza rapada. España en esos tiempos no tenía grades porcentajes de extranjeros, por tanto era bastante raro ver a personas muy morenas como yo por la calle. Pero, realmente, yo nunca he sufrido agresiones racistas o cosas similares. De hecho, se me ha tratado muy bien.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cartas peruanas

Dea nos cuenta la historia de Fabrizio, que nació el 24 de junio de 1999 en el distrito de Villa María del Triunfo, en Lima (Perú). Llegó a Collado Villalba (Madrid) en el 2013 con 14 años, porque su padre encontró un trabajo aquí y había mayor seguridad que en su país. 

Tengo que pensar primero cómo lo diría en Perú
y después cómo lo dicen en España”

Llegué a España el 18 de marzo de 2013, y desde entonces añoro mi tierra y admiro esta. Echo de menos la familia y los conocidos, el tiempo que viví allí y la casa en la que crecí; pero aquí la gente es más amigable y aceptan mejor y más rápido a las personas, hay mucha seguridad y menos criminalidad, robos y atracos. En España me siento seguro, en compañía, aceptado y sobre todo, actualmente, adaptado.

Tardé dos semanas en habituarme a sus costumbres y su forma de vida. Cuando llegué no podía llevar bien su rutina, puesto que hay seis horas de diferencia. Mientras que en Perú dormía, en este país se levantaban. Cuando nosotros estábamos en invierno, ellos en verano. Y sobre todo, lo que me costó mucho fue el frío.

martes, 15 de noviembre de 2016

Cartas rumanas

Antonio nos cuenta la historia de su compatriota Carlos, un joven de 26 años que vino de Rumanía a España cuando tenía cinco años. Actualmente trabaja como ingeniero, pero no duda en calificar su infancia como “muy dura”. Recuerda muy bien sus vivencias de cuando llegó a España. 

¿Por qué tenemos que ser acosados si nosotros somos pacíficos, 
si no le hacemos daño a nadie?”

Mis padres empezaban a tener problemas económicos en Rumanía por culpa de una mala inversión en un negocio. Decidieron mudarse a España para dar un paso adelante y dejar atrás lo ocurrido. Consiguieron dinero para viajar a España y dos meses más tarde tomamos el vuelo hacia Madrid. Ya en Barajas, nos llevaron en un taxi a nuestro próximo alojamiento situado a las afueras de la capital, en un pueblo de la sierra llamado Collado Villalba. Mis padres consiguieron trabajo rápidamente. Mi madre como dependienta en una tienda y mi padre como albañil en el centro de Madrid.

A mí me matricularon en un colegio cercano a la casa. Cuando fui por primera vez al colegio, me senté en la primera silla que encontré y los niños me hablaban pero yo no sabía qué decían. Al llegar la profesora, me presentó a los niños de la clase. Los niños me miraban con caras raras, con caras de repugnancia. La maestra me mandó los primeros días con otra profesora para que me enseñara a hablar español. Poquito a poco lo empecé a comprender y tuve un amigo indio que tampoco hablaba mucho español. Hablábamos por señas, nos reíamos juntos, nos traíamos juguetes para jugar juntos… Un día vinieron unos chicos y empezaron a hacernos lo que se llama ahora bullying
 
No entiendo cómo unos chicos que vienen de otro país tienen que ser acosados por otras personas. Esto pasa constantemente en el mundo. ¿Por qué hay tantos prejuicios?¿Por qué tenemos que ser nosotros?¿Por qué? 

lunes, 14 de noviembre de 2016

Cartas marruecas del siglo XXI

Hace unas semanas propusimos en clase la elaboración de un libro colectivo, de carácter misceláneo, que a la manera de las Cartas Marruecas de Cadalso ofreciera una imagen de España desde la perspectiva de quien llegó de fuera. En una entrada anterior, “De los viajeros ficticios a los migrantes reales”, fundamentábamos el porqué y el cómo de la propuesta. A lo largo de esta semana iremos ofreciendo una pequeña muestra de estas Cartas marruecas (y colombianas, y ecuatorianas, y rumanas, y búlgaras...) del siglo XXI". Empezamos con la carta de Mohamed, que pone por escrito la experiencia y la mirada de su abuela Fátima. 


Me casé a la temprana edad de los 16 años y tuve a mi primer hijo a los 17”

Hola, alumnos del María Guerrero. Me habría gustado hablaros en persona sobre mí; pero no creo que sea posible. En primer lugar, me llamo Fátima y tengo aproximadamente 61 años, 20 de los cuales he vivido aquí en España. Nací en Marruecos. Lamento no poder decir el día o el año, algo que yo también desconozco; esto se debe a que nací y crecí en el Rif y mis padres no pudieron ir a hacerme los papeles y poner por escrito que había nacido tal día a tal hora en tal año.

En mi época la principal ocupación era el campo. Éramos 13 hermanos y hermanas más mis dos padres, y todos estábamos sincronizados de tal forma que todos hacían algo para al final poder llevarnos un trozo de pan a la boca. De todos mis hermanos solo tres consiguieron sacar un tiempo para poder ir a la escuela. Como yo era la mayor no tuve ese privilegio y tuve que quedarme en casa a ayudar a mi madre y cuidar a mis hermanos.

Pasaron los años y nos mudamos a un pueblo llamado Targuist, donde mejoraron nuestras condiciones. Apareció la televisión y era magia para nosotros; era alucinante. Más adelante llegó el teléfono y por fin pudimos tener contacto con el exterior. 

 Targuist (Marruecos)

Me casé a la temprana edad de los 16 años y tuve a mi primer hijo a los 17. Mi marido se jugó la vida para ir al harij (extranjero, así es como llamábamos a España y a los países europeos); llegó a salvo en una patera con otros 14 hombres (no me acuerdo exactamente de la cifra). Encontró trabajo y me enviaba dinero cada mes para mantener a mi hijo, Mohamed. Más tarde volvió a Marruecos unas semanas y nos mudamos a Tánger; donde tuve a mi segundo hijo.

martes, 8 de noviembre de 2016

El secreto del fuego (continuación del post anterior)

Esta es la reflexión que Ada nos ha entregado hoy tras la lectura del libro, tras el coloquio en el aula. Qué inmenso regalo sus palabras.


Ahora comprendía cual era el secreto del fuego. Era en él donde podía encontrarse con todos los que le pertenecían. Ya estuviesen vivos o muertos, ya viviesen cerca o en un lugar lejano. En el fuego todo quedaba guardado.” Este es, para Sofía, el secreto del fuego. ¿Y para nosotros? Por muy distintos que sean nuestros entornos y nuestras vidas, algo de este secreto sí que podemos entender y compartir.

Aquí en Collado Villalba, entre la carretera vial sur y el coto de Las Suertes, hay una depuradora, con una antorcha. La mayoría de las veces que paso por ahí, está encendida. Y siempre que mi padre y yo salimos de noche por cualquier razón, aparcamos el coche ahí y nos paramos a mirar el fuego. Tal vez ahí se acaben las similitudes entre mi vida y la de Sofía, pero estoy de acuerdo con ella en que en el fuego quedan guardadas cosas a las que tal vez no podríamos acceder de otra manera que mirándolo.

Mi vida tiene muy poco que ver con la de Sofía: haría falta mucho más papel para enumerar las diferencias, pero no hace falta pensar demasiado para darse cuenta de que yo nunca tendría que pasar por todo lo que pasó Sofía, y su historia no podría haber ocurrido aquí, en Madrid. En definitiva, no podemos negar que comparados con ella, tenemos mucha suerte.

Pero el lugar en el que hayamos nacido no impide que nos sintamos identificados con Sofía, porque aunque lo que los provoque pueda variar mucho, los pensamientos y las emociones de las personas se pueden parecer bastante. Y ahora que conocemos su historia, tal vez hasta veamos su cara algún día en la antorcha de la depuradora…

lunes, 7 de noviembre de 2016

De Mankell a Kapuscinski y a la literatura africana

La primera de las lecturas compartidas de este curso ha sido El secreto del fuego, de Henning Mankell. Como siempre que proponemos un título común para todo el grupo, lo que nos mueve es la posibilidad de llevar a cabo un coloquio en torno al libro. De lo que se trata, sencillamente, es de hablar de un libro tal y como lo hacemos de una película cuando nos ha sacudido y necesitamos intercambiar impresiones. La conversación no sigue un orden preestablecido, sino que va fluyendo de un asunto a otro (desde el desenlace a la banda sonora, desde la trama argumental a la interpretación de este actor o aquella actriz). Esto es lo que venimos haciendo ya desde hace muchos años y no son pocas las veces en que chicas y chicos nos confiesan que el libro les ha gustado mucho más tras haber escuchado a sus compañeros hablar de él.

En esta ocasión hemos proporcionado un pequeño guion a nuestros estudiantes con vistas a la preparación del coloquio. No se trata de que respondan a un cuestionario, y muchísimo menos de que este sea el el hilo conductor del diálogo. Pretendemos tan solo mover sus cabezas tras la lectura, tras dejar que ellos mismos hagan sus anotaciones y sus subrayados, como agarradera para aquellos a quienes les cuesta más poner en palabras lo que pasa por sus cabezas mientras leen. El objetivo de la sesión es desarrollar las habilidades de interpretación del alumnado, y para ello es necesario partir de sus percepciones más espontáneas para llevarlos luego un poco más lejos. 

"Lo que me dejó loco del libro", decía Alejandro. "Una escena que también me impactó bastante", recordaba Nahuel. "Algo de lo que creo que no hemos hablado", advertía Rocío. "Yo lo que no entiendo muy bien", se preguntaba (y nos preguntaba) Lara. "A mí una cosa que no me gustó mucho", replicaba Jorge. Cada persona iba interviniendo en el momento en que le parecía más oportuno, procurando no acaparar el turno de palabra y no repetir lo que ya se hubiera dicho. 

miércoles, 2 de noviembre de 2016

Impresionistas y modernos: horizontes de recepción

Uno de los objetivos que nos hemos trazado para este curso es que chicas y chicos salgan con un "mapa de la cultura" en la cabeza, un mapa de la cultura occidental de los últimos tres siglos que integre aspectos relativos a lo que ellos ven en los compartimentos estancos de cada asignatura. Poco a poco, lo que se inició como una andadura conjunta entre las profesoras de Historia y Literatura, va logrando la incorporación de otros docentes. ¡Hasta en Matemáticas van descubriendo que la Ciencia no es una Verdad Revelada sino una construcción humana levantada a lo largo de los siglos por hombres y mujeres que comparten ideas y sensibilidades con sus coetáneos! ¡Cómo no ver en Ruffini a un ilustrado y en Galois a un romántico!

Una primera aproximación a ese recorrido que iremos completando a lo largo del curso lo constituyó la visita a la exposición "Impresionistas y Modernos" de que dábamos cuenta en una entrada anterior. En aquella ocasión pedimos a chicos y chicas que anotaran en una tarjeta los tres cuadros que más les hubieran impactado. De entre ellos tenían que elegir uno, informarse un poco sobre su autor y escribir un texto breve: unas líneas de presentación del pintor y un párrafo o dos con sus impresiones. Nada más. Transcribimos algunas de estas anotaciones.