martes, 16 de mayo de 2017

"Detrás de aquella puerta" (Olga Orozco)

Olga Orozco fue la poeta elegida por Lucía. Puso voz a estos versos en el recital y los iluminó para nosotros en la antología colectiva con el comentario que transcribimos.
En algún lugar del gran muro inconcluso está la puerta,
aquella que no abriste
y que arroja su sombra de guardiana implacable en el revés de todo tu destino.
Es tan sólo una puerta clausurada en nombre del azar,
pero tiene el color de la inclemencia
y semeja una lápida donde se inscribe a cada paso lo imposible.
Acaso ahora cruja con una melodía incomparable contra el oído de tu ayer,
acaso resplandezca como un ídolo de oro bruñido por las cenizas del adiós,
acaso cada noche esté a punto de abrirse en la pared final del mismo sueño
y midas su poder contra tus ligaduras como un desdichado Ulises.
Es tan sólo un engaño,
una fabulación del viento entre los intersticios de una historia baldía
refracciones falaces que surgen del olvido cuando lo roza la nostalgia.
Esa puerta no se abre hacia ningún retorno;
no guarda ningún molde intacto bajo el pálido rayo de la ausencia.
No regreses entonces como quien al final de un viaje erróneo
-cada etapa un espejo equivocado que te sustrajo el mundo-
descubriera el lugar donde perdió la llave y trocó por un nombre confuso la consigna.
¿Acaso cada paso que diste no cambió, como en un ajedrez,
la relación secreta de las piezas que trazaron el mapa de toda la partida?
No te acerques entonces con tu ofrenda de tierras arrasadas,
con tu cofre de brasas convertidas en piedras de expiación;
no transformes tus otros precarios paraísos en páramos y exilios,
porque también, también serán un día el muro y la añoranza.
Esa puerta es sentencia de plomo; no es pregunta.
Si consigues pasar,
encontrarás detrás, una tras otra, las puertas que elegiste.

Num. 14 de
La noche a la deriva (1984)



Olga Orozco es una poeta argentina que nació en 1920 en Toay, La Pampa. Vivió allí hasta 1936, año en que se mudó a Buenos Aires, donde estudió Filosofía y Letras y se graduó como maestra. Trabajó en prensa y en revistas culturales. Fue integrante de la generación surrealista Tercera Vanguardia y se inspiró en Rimbaud y Baudelaire. Su poesía trata temas como la muerte y la soledad. Publicó varios libros, como Desde lejos (1946), Los juegos peligrosos (1962) o Mutaciones de la realidad (1979). Recibió multitud de premios, entre los que destaca el Premio de literatura latinoamericana Juan Rulfo en 1998. Falleció en 1999 en Buenos Aires.



Tras leer varios poemas en busca de uno que me llegara, llegué a este. Este poema, a diferencia de muchos de los que he leído, no trata del amor. Resulta más bien una lección de vida que ha despertado en mí una sensación de empatía y de miedo.

Esta poesía refleja la sensación a la hora de tomar una decisión que tal vez ahora no te afecte, pero que puede cambiar por completo tu futuro. Expresa que, una vez tomada esa decisión, no se podrá echar marcha atrás cuando sean visibles esos efectos.

Me siento identificada ya que en bastantes momentos de mi vida he echado la vista atrás con la incertidumbre de si la forma en la que actué me llevó al camino correcto o el que quería. Este poema despierta la pregunta de qué habría sucedido si hubiera escogido otro camino: cuál sería mi presente. A pesar de que esta pregunta no lleve a ningún lado ya que no se puede averiguar ni se puede cambiar el pasado, queda esa duda una vez se cruza la puerta.


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