martes, 9 de mayo de 2017

Reválidas de 4º de ESO: Nadie sabe nada

El pasado viernes 5 de mayo se recibía un correo en los centros de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid con la información remitida por la Dirección General de Innovación, Becas y Ayudas a la Educación sobre las pruebas de evaluación final de los alumnos de 4º ESO. Copiamos textualmente (aunque la redacción sonroje).

La prueba de 4 de la ESO que se desarrollará el próximo viernes 19 de mayo es la primera ocasión que se lleva a cabo tanto en la Comunidad de Madrid como en las demás Comunidades y el Ministerio de Educación. Las preguntas de esta prueba de competencia lingüística y matemáticas serán similares a las de PISA. Se pueden encontrar en el link http://www.mecd.gob.es/inee/Preguntas-liberadas.html#PISA

Las preguntas de la competencia de comunicación lingüística en inglés seguirán la referencia de la prueba de la Unión Europea, denominada Estudio Europeo de Competencias Lingüísticas. El link a estas preguntas se puede encontrar en http://www.mecd.gob.es/inee/Preguntas-liberadas.html#EECL

En los próximos días el Ministerio de Educación aprobará la Orden que regula las pruebas de 4 de la ESO. En esa orden se incluirán las matrices de especificaciones de las cuatro pruebas, también la de geografía e historia. Les haremos llegar esa matriz de especificaciones de historia y geografía para que puedan disponer de una referencia también de esta cuarta prueba de la que no existe precedente”.


Un día después, el sábado 6 de mayo, el BOE publicaba -iniciado ya el mes en que han de aplicarse- la Orden ECD/393/2017, de 4 de mayo, por la que se regulan las pruebas de la evaluación final de Educación Secundaria Obligatoria para el curso 2016-2017... con indicaciones absolutamente diferentes con respecto al examen de lo que allí se denomina "Competencia lingüística".

Como nos temíamos, el Ministerio de Educación sigue identificando competencia comunicativa con competencia lingüística, y esta con gramática e historia literaria, adobadas ambas con un mutilado guiño a Pisa.


En el artículo 8, relativo al contenido de las pruebas, se establece que "al menos el 80 % de los estándares de aprendizaje utilizados en cada una de las pruebas deberá seleccionarse de entre los enumerados en la matriz de especificaciones de la materia correspondiente, incluida en el anexo II de la presente orden. El 20 % restante de la prueba se podrá completar incluyendo estándares de entre los establecidos en el anexo I del Real Decreto 1105/2014 de 26 de diciembre“

¿Y qué dice la matriz de especificaciones incluida en el Anexo II?

  1. De los cuatro bloques de contenidos, el relativo a la comunicación oral -Hablar y Escuchar- sencillamente desaparece.

  1. Del bloque 2 -Comunicación escrita: leer y escribir-, la escritura también desaparece. Lo importante, al parecer, no es la capacidad de tomar la palabra, sino la de entender cabalmente las instrucciones que otros dictan, porque incluso entre las especificaciones de la matriz se silencia algo que en PISA sí aparece: la valoración personal tanto del fondo como de la forma del texto dado. No hay lugar para la lectura crítica.


     
  2. El Bloque 3 -Conocimiento de la lengua- sigue siendo, tal y como nos temíamos, el más pormenorizado. Aprender lengua significa aún hoy para nuestros legisladores establecer taxonomías gramaticales y textuales. 



     
  3. El bloque 4 -Eduación literaria- queda reducido al comentario de textos canónicos de la historiografía literaria nacional.




Lo que no sabemos, a diez días de su "celebración", es cómo diablos será finalmente la prueba. Si consiste en un ejercicio tipo PISA, la Comunidad de Madrid incumplirá la orden ministerial (y obviará que la comprensión lectora es solo una de las dimensiones de la competencia comunicativa). Si se atienen a esta matriz, la enseñanza de la lengua y la literatura seguirá anclada en patrones decimonónicos. 

Se mire por donde se mire, un completo despropósito. 

(Y por si no queda suficientemente claro: lo que deseamos no es la incorporación de los aprendizajes silenciados a unas pruebas externas en las que la comunidad educativa no tiene confianza alguna y que arruinan cuanto acogen. Lo que deseamos es que se dé al fin con una fórmula que no confunda la necesaria evaluación de un sistema educativo -orientada siempre a la mejora y la equidad- con la multiplicación de exámenes exclusivamente centrados en el rendimiento académico del alumnado).


1 comentario:

  1. Se puede decir más alto pero no más claro. Gracias, también hoy.

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