Estrecho,
muy estrecho se nos queda por tanto el marco establecido por el Real Decreto. Por otra parte, el acuerdo es ya absoluto a la hora de
cuestionar el enciclopedismo de los currículos, en un afán que
quizá tuviera sentido en el siglo XVIII, pero que hoy por hoy es
imposible de sostener. Se nos hace necesaria, por tanto, una
organización de la materia que combine la irrenunciable
incorporación de esas otras literaturas hasta ahora expulsadas de la
escuela, con nuevos criterios de presentación de los textos que
vayan más alla del repaso cronológico de la historiografía
literaria universal. Ello no significa, en absoluto, renunciar a la
historia: antes bien, la lectura en contrapunto de obras procedentes
de diferentes contextos históricos y culturales permitirá atender a
recurrencia
de ciertos temas y motivos, así como las diferentes
respuestas
a los grandes interrogantes de la condición humana y a la evolución
de las formas literarias a lo largo de la historia.
Por
lo tanto, de
los dos bloques de contenidos elegiremos
el primero -Procesos y estrategias- como eje vertebrador de nuestra
programación. A él supediteremos la aproximación a diferentes
momentos culturales y artísticos, a determinados autores y obras. La
selección es inevitable.
La
organización de contenidos gira en torno a un serie de secuencias
didácticas o "constelaciones literarias" cuyo eje
vertebrador es un tema (el poder, la paternidad, la violencia hacia
las mujeres), un género (el cuento, la poesía), un "tono"
(el suspense, el humor), etc. De entre las muchas secuencias
diseñadas será el alumnado quien vaya
escogiendo, en cada momento del curso, el tema o hilo conductor por
el que se siente más inclinado.
Estas
son algunas de las secuencias didácticas preparadas:
- Encerradas: Un cuarto propio, de Virginia Woolf; Madame Bovary, de Flaubert; Casa de muñecas, de Ibsen; Oficio de tinieblas, Rosario Castellanos; Grandes pechos, amplias caderas, de Mo Yan; El harén de Occidente, de Fatema Mernissi.
- Frente al poder: Antígona, de Sófocles, El Príncipe, de Maquiavelo, Rebelión en la granja, de Orwell; Pedro y el capitán, de Benedetti; Mujeres y Poder, de Mary Beard.
- Identidades plurales, diversas, mestizas: Identidades asesinas, de Amin Maalouf; Fuera de lugar, de Edward Said; El buen nombre, de Jhumpa Lahiri; Sula, de Toni Morrison; Deja de decir mentiras, de Philippe Besson; La creación del mundo, de Miguel Torga; Persépolis, de Marjane Satrapi; y El peligro de una historia única, de Chimamanda Ngozi Adichie.
El material ha sido elaborado por el Grupo Guadarrama, integrado por cuatro profesoras de educación secundaria de diferentes institutos públicos de la madrileña Sierra de Guadarrama - Ángeles Bengoechea, Rosa Linares, Flora Rueda y yo misma-, es de acceso libre y gratuito. Su título genérico es Constelaciones literarias.
Abriremos
el curso, no obstante, con una "Aproximación a los clásicos"
que nos
lleva hasta algunos clásicos indiscutibles de la literatura
occidental. Cuatro son las secuencias que la integran: Mitología
grecolatina
(narración oral), El teatro de Shakespeare
(texto dramático),
(narración escrita), que recoge los cuentos de Griselda,
de Boccaccio; La
Bella y la Bestia,
de Jeanne-Marie Leprince de Beaumont; Bola
de sebo,
de Maupassant; Vanka,
de Chejov; Es
que somos muy pobres,
de Juan Rulfo; y La
fiesta ajena,
de Liliana Heker y A la literatura por el cine
(novela), que propone el análisis de Las
amistades peligrosas, Frankenstein, Orgullo y prejuicio, Germinal,
Matar un ruiseñor
y El
lector.
Pendiente queda una Antología
de la poesía universal.
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