lunes, 16 de abril de 2018

Felipe Zayas

También este blog -quien en él escribe- está en deuda con Felipe Zayas. 

Su blog Darle a la Lengua ha sido (y seguirá siendo) un espacio de referencia para los docentes de Lengua y Literatura. Desde el dolor y desde la gratitud nos sumamos al homenaje que hoy inunda las redes, recordando dos entradas de lectura inexcusable para cuantos nos dedicamos al bendito oficio de enseñar a leer.


1. Haz de la lectura y la escritura el principal medio para el aprendizaje.

2. Establece siempre los objetivos de la lectura de cualquier texto: por qué se va a leer el texto, para qué va a servir su lectura…

3. Diversifica los objetivos de la lectura:
  • Para despertar interés por los nuevos conocimientos.
  • Para introducir conocimientos nuevos.
  • Para ampliar conocimientos ya realizados.
  • Para debatir sobre lo que se va leer.
  • Para tomar el texto como modelo.
  • Etc. 
     
4. Diversifica las clases de textos, de modo que se puedan desarrollar diferentes estrategias de lectura (leer es un verbo transitivo):
  • Textos de divulgación, periodísticos, literarios.
  • Textos continuos y discontinuos.
  • Textos multimodales. 
     
5. Acompaña a los alumnos en la lectura, de modo que puedas ayudarles:
  • A identificar –con la ayuda de representaciones gráficas y otros medios- los marcadores de cohesión y los patrones organizativos, que muestran las relaciones entre las ideas, etc.
  • A inferir los significados que el texto no contiene de forma explícita. 
     
6. Ayuda a los alumnos a comprender y a usar el lenguaje específico de un campo de conocimiento determinado: no sólo la terminología, sino  los patrones sintácticos en los que estos términos intervienen.

7. Redacta  los cuestionarios según los objetivos que asignes a  la lectura:
  • Para planificar la lectura: objetivos, conocimientos previos, motivación…
  • Para procesar la información: buscar, seleccionar, analizar, relacionar, comparar, clasificar, predecir…
  • Para comprobar que se ha entendido el texto: esquematizar, sintetizar, valorar, aplicar… 
     
8. Usa fuentes e información disponibles en Internet (bibliotecas virtuales, prensa digital, portales institucionales, etc.), de modo que puedas ayudar a tus alumnos a navegar de acuerdo con unos objetivos, a valorar la relevancia y la fiabilidad de la información.

9. Usa adecuadamente el libro de texto: no pretendas  utilizarlo para desarrollar estrategias de lectura, pues está pensado más para la memorización que para la interpretación. Pero puede servir, en algunos casos,  para estructurar conocimientos tras el manejo de otras fuentes.

10. Integra las actividades de lectura y de escritura. Leer para escribir proporciona motivos para la lectura; y escribir ayuda a reflexionar sobre los textos que se usan como fuente de información y como modelo de género discursivo.

El género textual, concepto clave para el aprendizaje de la lectura y de la escritura
"Una persona alfabetizada es la que sabe participar en las prácticas sociales propias de la  cultura escrita. Esta concepción de la lectura y de la escritura como práctica social es clave, pues implica unas habilidades que van mucho más allá del conocimiento de las convenciones del código escrito. Cuando se afirma que la alfabetización se prolonga a lo largo de toda la vida se  está queriendo decir que estamos siempre aprendiendo a participar en nuevas prácticas sociales de lectura y de escritura, de acuerdo con las nuevas exigencias de la actividad académica, profesional, social, de ocio, etc.
En esta concepción del uso de la lengua como práctica social es fundamental el concepto de género discursivo, que se refiere a las formas del discurso que usamos en las diversas esferas de la actividad social. Aprender a hablar y a escribir quiere decir aprender a plasmar nuestro discurso en las formas genéricas propias de cada ámbito de actividad."

Gracias, Felipe.



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