Atónitos.
El miércoles 9 de noviembre mis estudiantes estaban atónitos. ¿Cómo
era posible que Donald Trump hubiera sido elegido presidente de EEUU?
Cuando entré en el aula apenas repararon en ello. Enfrascados como
estaban en sus conversaciones, se multiplicaban los gestos de asombro
y estupefacción. "¿Podemos hablar hoy de esto?", me
dijeron. Faltaría más. Y allí fueron desgranando el porqué de su
perplejidad y su preocupación. Aquello, sin duda, merecía, ser
tomado en consideración. Desde las clases de Historia se hizo un
parón para analizar el sistema electoral de EEUU, para recabar
noticias sobre Trump, para contextualizar y diseccionar las
propuestas de los candidatos. Con premuras, claro, como siempre. Otra
vez los programas enciclopédicos que asfixian y ahogan en valor de
lo imprevisto, desencadenante de aprendizajes relevantes y fecundos.
Desde
el área de Lengua – qué pena, de nuevo, la asignaturización del
currículo- acordamos abordar el asunto desde la perspectiva
netamente comunicativa: ¿Por qué esa distancia entre lo que nos
hacían llegar los medios de comunicación y la realidad del
electorado estadounidense? Es decir, ¿qué amplifican y qué
seleccionan los medios? ¿Cuáles son las claves de la comunicación
política de Donald Trump? Por último, ¿en qué términos se hizo
eco la prensa nacional e internacional del triunfo de Donald Trump?
Partimos de un artículo
de Ignacio Ramonet, director de Le
Monde Diplomatique,
publicado el mismo 9 de noviembre (Las
7 propuestas de Donald Trump que explican su victoria ) y un post
difundido en un blog de comunicación política cuatro días más
tarde (10
claves para explicar la victoria de Donald Trump).
Resueltos a descubrir
las claves comunicativas de Trump a la hora de dirigirse a su
electorado, quisimos centrarnos tanto en la comunicación verbal (How
Donald Trump Answers A Question ) como no verbal (Análisis
del lenguaje corporal en el debate Donald Trump Hillary Clinton).
Todo ello permite introducir conceptos específicos del ámbito lingüístico como el de campo léxico - tan esclarecedor en el análisis del discurso- así como incorporar de una manera contextualizada cuanto tiene que ver con la comunicación no verbal: aspecto físico, elementos del entorno, proxémica, paralingüística y, de manera muy especial, la cinésica (posturas, gestos, expresiones faciales, miradas, etc.). Aún prolongamos esta atención a la comunicación no verbal con el encuentro posterior entre Trump y Obama (Tensión controlada: el lenguaje corporal del primer encuentro entre Barack Obama y Donald Trump).
Y nos ocupamos también de un elemento de importancia capital: el eslogan o lema de la campaña.
Todo ello permite introducir conceptos específicos del ámbito lingüístico como el de campo léxico - tan esclarecedor en el análisis del discurso- así como incorporar de una manera contextualizada cuanto tiene que ver con la comunicación no verbal: aspecto físico, elementos del entorno, proxémica, paralingüística y, de manera muy especial, la cinésica (posturas, gestos, expresiones faciales, miradas, etc.). Aún prolongamos esta atención a la comunicación no verbal con el encuentro posterior entre Trump y Obama (Tensión controlada: el lenguaje corporal del primer encuentro entre Barack Obama y Donald Trump).
Y nos ocupamos también de un elemento de importancia capital: el eslogan o lema de la campaña.
¿Cómo traducirlo? Cada grupo propuso su fórmula, para concluir reconociendo la dificultad del desafío. Ni siquiera entre curtidos traductores es fácil el acuerdo: "¿Cómo traducir "Make America Great Again?"
Y aún quedaba un aspecto esencial por desentrañar: el de la comunicación a través de las redes sociales y la "espectacularización" de los mensajes políticos. Ver en qué medida la creación y multiplicación de perfiles falsos, la generación de noticias falsas que se replican en las redes está condicionando nuestras opiniones y conductas electorales es algo que la educación del siglo XXI no puede soslayar. La constatación de que "los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal" ha dado lugar incluso a una nueva e inquietante palabra, la de "posverdad", que acaba de entronizarse como "palabra del año" en el Diccionario Oxford.
Para ahondar en todo ello pedimos la colaboración de nuestros colegas del Departamento de Inglés a fin de que fueran ellos quienes llevaran a sus clases estos textos, entre otros posibles:
Para ahondar en todo ello pedimos la colaboración de nuestros colegas del Departamento de Inglés a fin de que fueran ellos quienes llevaran a sus clases estos textos, entre otros posibles:
(No olvidemos que también en nuestro país se ha dado esto de crear perfiles falsos en redes sociales con el objetivo de atacar a los adversarios políticos, crear noticias falsas, difamar, etc. en lo que constituyen auténticas campañas de infoxicación política. La alfabetización mediática es, pues, más necesaria que nunca.)
Por último, planteamos a nuestros estudiantes que, por equipos, diseñaran la portada correspondiente al día inmediato a las elecciones, el del triunfo de Trump. Hablamos por tanto de los diferentes códigos que interactúan en el lenguaje periodístico y de sus dos funciones esenciales -informar y formar opinión- que, pese a la rígida clasificación de los géneros que recogen diversos manuales, rara vez se dan en estado puro. Para corroborarlo, pasamos revista a una recopilación de las portadas con que la prensa escrita se hizo eco del triunfo de Trump: La victoria de Donald Trump, en las portadas.
Esta
vertiente, la de la comunicación política, debería tener -a
nuestro parecer- mucha mayor presencia en las en las escuelas. Qué
pena la desaparición en los currículos LOMCE -ausencia bien
elocuente- de un contenido como este: "Exposición de la información tomada de varios medios de
comunicación acerca de un tema de actualidad contrastando los
diferentes puntos de vista y las opiniones expresadas por dichos
medios, respetando las normas que rigen la interacción oral." (LOE)
Si de lo que se trata es de
desarrollar la competencia comunicativa del alumnado, ¿cómo
desatender esa ámbito?
¿Como insistir en el etiquetado y desetiquetado de oraciones
descontextualizadas y prescindir de situaciones comunicativas reales
que nos conciernen y nos afectan?
Año tras año nos empeñamos en abordar los contenidos
relativos a la comunicación -leer y escribir, hablar y escuchar-
agavillando textos diversos (distintos géneros discursivos,
distintos soportes, distintos ámbitos, etc.) en torno a alguna
cuestión relevante que devuelva a los textos su función originaria:
esto es, no reducirlos a fin en sí mismos cuyo único objeto es la
disección académica sino herramientas para la lectura crítica del
mundo.
Hace
dos cursos, recién salidos de la Copa del Mundo de fútbol masculino
de Brasil, un mundial controvertido por el dinero invertido en él en
detrimento de otras prioridades, construimos un itinerario que ponía
el foco en la interrelación entre grandes eventos deportivos y
movimientos sociales y acontecimientos políticos de relevancia: Romper el fuera de juego. El
curso pasado, el itinerario tuvo como eje la guerra de Siria y el olvido de Europa hacia sus víctimas: Con Siria 2015
Este año empiezan a dibujarse ya algunas líneas de lo que desembocará en el diseño colectivo de un proyecto interdisciplinar. El diálogo incesante con el resto de colegas del equipo docente y, sobre todo, con chicas y chicos, irá perfilando su naturaleza.
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