Durante muchísimos años -siglos más bien-, la función de la
literatura en la escuela era contribuir a la formación de una conciencia
nacional en la ciudadanía. De ahí que en España se estudiara Historia de la literatura española; en
Francia, Historia de la literatura
francesa; en Italia, Historia de la
literatura italiana, etc. Aunque en los últimos tiempos los preámbulos de las leyes
atribuyen otra función a la educación literaria – “hacer de los escolares lectores cultos y competentes, implicados
en un proceso de formación lectora que continúe a lo largo de toda la vida y no
se ciña solamente a los años de estudio académico” (LOMCE) -
lo cierto es que los textos que conforman el canon literario de la escuela siguen
siendo los mismos que hace doscientos años.
Por otra parte, nuestras sociedades son hoy plurales y mestizas,
y nuestras identidades, múltiples y diversas. ¿Cuál es la identidad nacional de
quien nació en un país y creció en otro, o la de aquellos cuyos padres nacieron
en contextos geográficos y culturales diferentes de los suyos propios? ¿Qué
hacemos con una tradición cultural que solo cuenta con referentes amorosos de
carácter heterosexual? ¿Cómo se construye la sentimentalidad de quienes desbordan
estos moldes? Y aún hay más. ¿Es nuestro color de piel un factor determinantes en la construcción de nuestra identidad? ¿En qué circunstancias? La literatura tiene mucho que ver también con la construcción social de los géneros, ¿no os parece?
En este módulo nos acercamos a textos literarios que
depositan en la identidad -a veces diversa, a veces conflictiva, a veces
contradictoria- el peso de su historia.